En el cruce de las antiguas carreteras romanas que conducen a Anjou, Touraine y Poitou, Saint-Cyr-en-Bourg se encuentra en una meseta delimitada por los valles de Thouet y la del Loira. Esto le da un microclima que ha dado su nombre al nombre "Champigny" que significa "tierra de fuego" en francés antiguo.
En el momento del Cretácico, hace 90 millones de años, el nivel del mar había cubierto toda la región para formar el Mar de Tufa. La acumulación de sedimentación marina ha formado la llamada roca de toba. La extracción de esta roca fue la primera riqueza de esta región y comenzó ya en el siglo XII. Las cavidades excavadas sirvieron principalmente para el hábitat (más seguras y cómodas que las construcciones de madera de la época). Luego, la roca extraída se vendió para la construcción de los castillos y otros edificios de la región.
Todas estas cavidades fueron abandonadas gradualmente para ser utilizadas posteriormente para el cultivo de hongos o por los viticultores para el prensado, la cría y el almacenamiento del vino. El cultivo del hongo desapareció a principios del siglo XXI, pero la nueva generación de viticultores reinvierte estas cavidades para el envejecimiento del vino en barriles. Algunas canteras, como las llamadas laderas (es decir, excavadas horizontalmente a lo largo de los ríos) han dado paso a cavidades aún habitadas hoy por aquellos que se llaman trogloditas.