Saint-Claude en la confluencia del Bienne y el Tacon, en un bello entorno montañoso dentro del Parque Natural Regional de Alto Jura. La ciudad es famosa por su artesanía, y en concreto, por la fabricación de pipas de brezo. El museo de la Pipa y el Diamante expone colecciones de pipas, diamantes y piedras preciosas.
La catedral gótica de Saint-Pierre, vestigio de una antigua abadía, presenta una fachada clásica. En el interior del templo, merece la pena detenerse en un retablo del siglo XVI y en las magníficas sillas de madera del coro.
La ciudad constituye un excelente punto de partida para dirigirse a las gargantas del Flumen.