Con sus casi 14.000 hectáreas, el bosque de Rambouillet es el mayor bosque patrimonial de Yvelines. Aquí, desde Pipino el Breve a Luis XIV, los reyes de Francia se dedicaban a la montería. Con la Revolución, el lugar pasó a ser propiedad del Estado.
Administrada por la Oficina Nacional de Bosques, ofrece paisajes y sitios muy variados, en los que los bosques, las marismas y el césped coexisten con riachuelos, turberas, charcas o estanques. Numerosas especies vegetales se desarrollan en estas tierras de contrastes, desempeñando un papel ecológico de primer orden. Esta riqueza medioambiental, constituida por medios secos y húmedos, hizo que en 2009 fuera declarado "bosque protegido". Es el segundo bosque protegido más grande de Francia, después del de Fontainebleau.
Compuesto por un 75 % de árboles caducifolios (robles en su mayoría) y un 25 % de árboles resinosos (pino silvestre y laricio), cuenta con dos parajes con el sello "Natura 2000" y un espacio consagrado a la conservación de especies raras o amenazadas. También es objeto de muchos programas de inventarios de la fauna y la flora, como los estudios sobre los murciélagos.
Este bosque patrimonial alberga el parque animalístico del Espacio Rambouillet, en el que viven animales de los bosques como ciervos, corzos, gamos o rapaces. También podrá visitar el palacio de Rambouillet, antigua residencia real, imperial y presidencial, o disfrutar de la base de ocio de los estanques de Hollande.
Popular entre los habitantes de Yvelines y los turistas aficionados a los recorridos a pie o en bicicleta, el bosque de Rambouillet atrae a más de 11 millones de visitantes cada año.