En el departamento de Tarn, el precioso pueblo de Penne, dominado por las ruinas de su castillo, está ubicado en un entorno salvaje y preservado.
Tome al asalto el pintoresco callejón del viejo burgo rodeado de bonitas casas, que le conducirá hasta la fortaleza medieval, un ejemplo perfecto de la arquitectura militar occitana. Descubrirá una inmensa puerta de entrada, un patio interior en el que antiguamente se organizaban fiestas y banquetes y los restos del torreón situados en lo alto del castillo. Apreciado por grandes y pequeños, el sitio cuenta además con un recorrido de interpretación para conocer a fondo esta obra maestra de la Edad Media.
Cuando se encuentre en este pico rocoso, podrá disfrutar de lo lindo de la vista que se le ofrece. El bosque de la Grésigne, las gargantas del Aveyron, los viñedos de Gaillac y el pueblo en la parte baja se extenderán ante sus ojos como un magnífico cuadro.