La pequeña villa fortificada de La Garde-Guérin está situada en un entorno excepcional, junto al paraje salvaje de las gargantas del Chassezac, en el municipio de Prévenchères, en las Cevenas. Antiguamente, era territorio de los caballeros "pariers" (iguales), que protegían y guiaban a los viajeros que seguían la vía Régordane. En la actualidad, figura en la lista de los pueblos más bellos de Francia. Este destino magnífico y auténtico sobresale por sus pintorescas callejuelas empedradas, que invitan a pasear, sus viejas casas de piedra, magníficamente restauradas, su imponente torreón medieval y su preciosa iglesita románica con campanario-muro. ¡Da gusto recorrer estos lugares! La atalaya del siglo XII, vestigio del antiguo castillo, ofrece desde lo alto una vista espléndida de los tejados de lajas de La Garde-Guérin y las gargantas del Chassezac...
A 1 km aproximadamente al norte del pueblo, se halla el famoso mirador du Chassezac, con una vista vertiginosa del cañón granítico du Chassezac.