El castillo Castelbouc tiene lugar en el pueblo del mismo nombre, en el territorio de la ciudad de Sainte-Enimie, en Lozère. Hoy en ruinas y casi inaccesible, domina las gargantas del Tarn, en el corazón de la antigua provincia de Gevaudan.
Construido en el siglo XII por Étienne de Castelbouc, vasallo del comandante de los Templarios de Larzac en la época, fue destruido a fines del siglo XVI por orden de los estados particulares de Gevaudan, como muchos castillos de la región, para no para servir como un refugio para los protestantes.
Alrededor, puede descubrir el pueblo troglodita de Castelbouc, excavado en la piedra caliza. Uno puede admirar especialmente casas antiguas y típicas de la zona, callejones con flores y una pequeña playa de guijarros para disfrutar de los beneficios del Tarn.