La ciudad histórico-artística de Blois, emplazada a orillas del Loira, seduce inmediatamente a los visitantes por su homogeneidad. El castillo real, las casas de la ciudad vieja y los monumentos religiosos de Blois forman un conjunto armonioso.
El castillo de Blois, antigua residencia de los reyes de Francia, es un edificio majestuoso que destaca por reunir varios estilos arquitectónicos: gótico, gótico flamígero, renacentista italiano y clásico. Un maravilloso abanico de la arquitectura francesa... Entre las maravillas de este castillo figuran el portal, rematado por una estatua ecuestre de Luis XII, el espléndido patio interior, con sus cuatro alas de épocas y arquitecturas diferentes o la fastuosa escalera de caracol del ala Francisco I. El Museo de Bellas Artes, que se encuentra en el ala Luis XII, expone una colección de tapices, pinturas y esculturas. En el mismo patio del castillo, de abril a septiembre, se celebra el espectáculo de luz y sonido "Así se cuenta Blois...", un espectáculo nocturno fascinante en el que se cuenta la historia de este famoso edificio.
En el exterior, la plaza del Castillo es un lugar muy agradable para beber algo en algunas de las terrazas de los cafés. A la salida de esta plaza, junto a la entrada del castillo, se ofrecen recorridos en calesa por la ciudad vieja.
Frente al castillo, la Casa de la Magia Robert-Houdin alberga un espacio completamente dedicado a la magia y al ilusionismo. Pequeños y grandes podrán descubrir la historia de la magia y contemplar colecciones de instrumentos mágicos, como por ejemplo los del famoso prestidigitador Robert-Houdin. También merece la pena visitar otro museo, el del Objeto. En un antiguo convento se exponen obras de artistas contemporáneos de renombre como Dalí, César, Arman o Christo. Los aficionados a los caballos no podrán dejar de visitar el Haras Nacional para sumergirse en el mundo del caballo y su historia.
La visita de Blois prosigue por las callejuelas pintorescas empinadas del centro histórico, llenas de encanto y por las que da gusto pasear. También destacan los bellos jardines que se encuentran junto a la catedral de Saint-Louis. Desde la enorme explanada del Ayuntamiento, se puede contemplar una magnífica vista de los jardines del Obispado, de los tejados de pizarra de la ciudad vieja y del río real.