El Château Saint-Étienne se encuentra en las alturas de la ciudad de Aurillac, en Cantal.
Construido sobre una colina de 685 metros de altura, el castrum original fue erigido en el siglo IX. Con vocación militar, perteneció al señor del lugar, el conde Gérald, padre de Saint Géraud.
El sitio fue transformado en abadía benedictina a principios del segundo milenio y durante la Revolución, el conjunto fue desmantelado y vendido como propiedad nacional y terminó siendo adquirido por el municipio en 1847.
Permanece así en la actualidad una imponente torre cuadrada que tenía 30 metros de altura antes de ser nivelada en 1747. Gracias a las diferentes estructuras de mampostería, aún se pueden observar tres períodos de construcción: la base es del siglo IX, luego los niveles que datan de los siglos XII y XIV. En el nivel superior, en el siglo XIX, se habilitó una terraza en sustitución del techo del pabellón del siglo XVIII. En su altura, la abadía contaba con otras torres y se accedía a través de una puerta de media altura por la que se bajaba a la planta baja, al interior, por una escalera...
Un cuerpo El edificio situado en la base de la torre fue incendiado en 1868. A continuación, se construyó un nuevo edificio de estilo neogótico para sucederlo, cuya arquitectura evoca el Palacio de los Papas en Aviñón. Fue para rendir homenaje al Papa Silvestre II nacido en Aurillac en el siglo X. El sitio luego acogió la escuela normal de maestros.
En la actualidad, la torre del antiguo castillo y el edificio anexo albergan el Museo de los Volcanes. Su vocación es explicar de forma lúdica e interactiva los fenómenos volcánicos pero también la geología. También se presentan colecciones de rocas y minerales.
Abierto el primer domingo de mes, durante las vacaciones escolares y los miércoles con reserva previa. Precio: 3,50 y 5 euros. Información en el +33 4 71 48 07 00.