En la confluencia del Orne y el Ure se encuentra la pequeña ciudad de Argentan, famosa por sus encajes. A pesar de los destrozos de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad conserva bellos monumentos: la iglesia de Saint-Germain de estilo gótico, renacentista y clásico; el castillo de los Duques, del siglo XIV, que alberga en nuestros días el palacio de Justicia; la capilla de San Nicolás, antigua capilla del castillo y actual sede de la oficina de turismo; la torre Marguerite, vestigio de las antiguas fortificaciones; la iglesia de San Martín, con sus hermosas vidrieras antiguas.
Al borde del agradable parque del Noé, se encuentra la Casa de los Encajes y del Punto de Argentan. Está instalada en una antigua casa burguesa del siglo XIX, y recrea a través de unas piezas de colección únicas la historia del encaje de Argentan, desde el siglo XVII hasta nuestros días.
Argentan también es famosa por su hipódromo, que acoge regularmente competiciones y carreras hípicas.