La catedral Sainte-Anne d'Apt, en el departamento de Vaucluse, data sus partes más antiguas de la Antigüedad romana.
Sede de una diócesis hasta 1801, el edificio refleja más de un milenio de historia arquitectónica y religiosa.
En el corazón de la catedral, una cripta inferior construida en el siglo XI albergaba originalmente una estela funeraria de la época romana. En el pasillo que da acceso, según la tradición, se encontraron reliquias de Santa Ana (la madre de la Virgen).
La cripta superior, de la misma época, tiene una pequeña nave rodeada por una girola, y que remata en un ábside sin salida. En esta parte románica del edificio se colocaron posteriormente sarcófagos del siglo XIV, que sirvieron de osario para los restos de los cristianos exhumados durante la construcción de la nueva nave norte en la misma época.
Otro elemento muy antiguo, el altar que está formado por una mesa lapidaria prerrománica colocada sobre un antiguo capitel corintio.
Muy afectada durante las invasiones (supuestamente sarracenas), la catedral fue remodelada durante el Renacimiento (bóveda consolidada, nuevo frontispicio de la puerta principal y nuevos órganos). En 1643 se construyó una nueva capilla dedicada a Santa Ana. Llamada "capilla real" después de que Ana de Austria, madre de Luis XIV, llegara allí en peregrinación, estaba coronada por una cúpula cubierta con placas de cobre y rematada con una estatua de bronce dorado.
A partir de entonces se suceden nuevas fases de trabajo.
Exteriormente, la fachada occidental, inicialmente románica, se fue ampliando con el paso de los siglos hasta alcanzar los 42 m de ancho. La entrada consta de dos columnas lisas coronadas con capiteles compuestos y está rematada por un entablamento de dos niveles. La catedral también tiene un campanario románico con techo piramidal.
En el interior, a las dos naves románicas se añadió una nave gótica. La nave central sufrió profundas modificaciones en los siglos XVI y luego XVIII.
El conjunto evoca el barroco.
La catedral, verdadero emblema del centro histórico de la ciudad, alberga finalmente un tesoro instalado en la sacristía, que se compone de numerosas piezas raras y de gran valor (objetos religiosos, relicarios, manuscritos e incunables, vestimentas sacerdotales). Incluye un velo ceremonial árabe, tejido en el siglo XI para un califa, conocido como velo de Santa Ana. Se utilizaba para cubrir y descubrir las reliquias durante las procesiones.
Además, en la catedral también son visibles elementos de mobiliario, objetos de culto, pinturas, estatuas y vidrieras clasificados como objetos.
Abierto al público. Visita guiada con cita previa. Precio: 5 euros. Información al +33 4 90 04 85 44.