¡Haga realidad sus vacaciones!

Viajar con niños

Fichas prácticas

¡Los niños cambian la vida! ¡Pero, afortunadamente, no nos impiden salir de vacaciones! El ritmo y la manera de viajar deben adaptarse un poco en función de la edad de los niños, pero se puede hacer de todo o casi de todo. Estos son algunos consejos prácticos para que tanto los padres como los hijos disfruten todo lo posible en familia durante sus vacaciones en Francia.

Viajar con niños

¿Qué destino elegir?

Con raras excepciones, no hay lugar en Francia que sea inadecuado para los niños, ni siquiera para los de corta edad. Solo la altitud puede suponer un problema para los bebés. Así pues, existe una gran variedad de destinos a lo largo de todo el año. De todas maneras, los siguientes criterios pueden ayudarle a decidirse:

  • En función de las estaciones, evitar las regiones demasiado calurosas o demasiado frías.
  • Si no dispone de muchos días de vacaciones, no se desplace muy lejos y reduzca en todo lo posible la duración de los trayectos.

¿Qué hace falta llevar?

Resulta tentador llevar todo lo que tenemos en casa por si acaso. Pero conviene recordar que en Francia se puede encontrar de todo en cualquier parte. Además, en algunos lugares se puede alquilar material de puericultura in situ (cunas, tumbonas, canastillas, cochecitos, tronas, etc.). Con todo, se pueden llevar algunos objetos indispensables:

  • Algunos potitos y pañales para salir del apuro los primeros días.
  • Dos biberones de plástico esterilizables y un recipiente hermético para guardar la leche.
  • El cochecito y un portabebés si se prevé realizar excursiones.
  • Los juguetes preferidos, el peluche, el chupete.
  • Toallitas, pañuelos de papel, toallas de felpa y productos de aseo.
  • Ropa de repuesto fácil de lavar para una semana como mínimo, incluyendo al menos una prenda de abrigo y otra para la lluvia y el viento. También puede ser útil una mantita.
  • Si se espera que haga calor, un sombrero, una camiseta, gafas de sol, pantalla de protección total y un vaporizador de agua para refrescar al niño.
  • El pequeño manual de la salud que se entrega en la maternidad, ya que puede ser útil en caso de necesidad.
  • Un pequeño botiquín para hacer frente a los primeros síntomas, a los trastornos pasajeros y a las heriditas (termómetro, doliprane, etc.) Si al pequeño le está saliendo los dientes, no hay que olvidar algún analgésico.

• En los transportes

Un niño puede viajar e incluso tomar el avión desde su tercera semana de vida, aunque hasta los seis meses no se soportan muy bien los trayectos largos.

  • Los transportes colectivos (avión, tren, autobús) suelen contar con tarifas reducidas o gratuitas para los bebés o los niños de corta edad. Sin embargo, utilizar el coche es un recurso fácil para desplazarse con niños de forma cómoda e independiente.
  • Tener siempre a mano algo para dar de comer y beber al niño, así como para cambiarle.
  • Disponer de juegos y libros para mantener ocupado al niño.
  • En el avión, hacerle que beba o mastique algo en el despegue y en el aterrizaje para que trague y evite que sus oídos se taponen.
  • En el TGV, utilizar el parque infantil equipado con mesas para cambiar pañales y calientabiberones.
  • En el coche, utilizar un capazo o un asiento de coche adecuado a la edad del niño. Evitar la colocación de objetos pesados en la bandeja trasera. Procurar viajar de noche o por la mañana temprano.
  • Disponer de medicamentos y caramelos contra el mareo.

En el lugar de estancia

Después de llegar al lugar de las vacaciones, es conveniente adoptar ciertos hábitos:

  • Respetar en la medida de lo posible las horas de las comidas. Si hace calor, recordar que la esterilización es fundamental.
  • No dejar que un bebé duerma en una cama de adulto, ya que podría caerse.
  • Adoptar las mismas medidas de seguridad que en la propia casa: mantener los productos nocivos fuera de su alcance, no dejar que los mangos de las cazuelas salgan hacia afuera, retirar lo que pueda ser peligroso, desconectar los aparatos eléctricos, prestar atención a todo lo que el niño chupetee, etc.

Durante las vacaciones

Las vacaciones son para todo el mundo, y los padres deben encontrar el justo equilibrio para satisfacer a toda la familia. Hay que tener bien presentes estos puntos:

  • Los lugares con demasiada animación o demasiado ruidosos no son convenientes para los bebés, que necesitan un mínimo de confort y de calma.
  • Deben limitarse las visitas a museos o monumentos, ya que los niños se aburrirán enseguida.
  • Las excursiones deben realizarse a una altitud razonable, y no deben durar más de media jornada.
  • En la playa, no exponer a los niños al sol antes de que tengan 3 años. Hay que llevar un sombrero, una camiseta, gafas de sol y una buena crema solar para niños. Vigilar el baño y prevenir el riesgo de hidrocución. Ponerles sandalias de plástico cuando vayan al agua para evitar los cortes en los pies.
  • Cuando hace frío, abrigar muy bien a los bebés, ya que al estar tanto tiempo quietos les cuesta más entrar en calor.
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