¡Haga realidad sus vacaciones!

Marcharse de casa sin preocupación

Fichas prácticas

Cuando uno sale de vacaciones, resulta problemático dejar el domicilio vacío, aunque solo sea por un fin de semana. Para evitar sorpresas desagradables a la vuelta, es conveniente tomar algunas preocupaciones antes de salir.

Marcharse de casa sin preocupación

Evitar los robos en las viviendas

Una de las primeras preocupaciones del veraneante es el robo en la vivienda. Existen varias soluciones para evitar que ocurra esto durante su ausencia:

  • El método más sencillo y menos costoso es simular que se está en casa. Para eso, basta con:
  • No dejar que se llene el buzón, pidiendo al portero que recoja la correspondencia o solicitando a Correos que la reenvíe a otra dirección en caso de que la ausencia se prolongue. Correos también puede guardar el correo hasta su vuelta, pero estos servicio siempre son de pago.
  • No cambiar el mensaje del contestador y, sobre todo, no revelar la ausencia. Aún mejor es desviar las llamadas al móvil o a alguien de la familia que se encuentre en su casa.
  • Utilizar unos programadores para encender las lámparas e incluso una pequeña radio por la noche.
  • Dejar las persianas subidas, ya que unas persianas bajadas continuamente indican a los transeúntes la ausencia de sus moradores. Sin embargo, algunas aseguradoras no cubren los robos si no están todas las persianas bajadas. Por tanto, habrá que tomar una decisión personal según los casos.
  • Si no es suficiente con simular que hay alguien en casa, se puede optar porque haya alguien en casa realmente. Para esto, es necesario dejar una copia de las llaves a alguna persona para que pueda entrar al domicilio, y el servicio prestado habrá que devolverlo.
  • Pedir al portero, a un vecino, a un amigo o a alguien de la familia que pase regularmente para ocuparse de alguna tarea en su domicilio. No hay que olvidar que más adelante podrán pedirle que les devuelva el favor.
  • Pasar por una asociación de vigilancia o a una asociación que ofrezca un servicio de presencia regular o permanente. Por ejemplo, algunas asociaciones pueden ponerle en contacto con jubilados que solo desean pasar sus vacaciones en otra casa.
  • Intercambiar su apartamento con otros veraneantes. En este caso, también existen muchas organizaciones de intercambio.
  • En todos los casos, es prudente de tomar las siguientes medidas :
  • Informar al vecino o al portero de las fechas de salida y regreso, y dejarles la dirección de vacaciones para que puedan ponerse en contacto con usted en caso de necesidad.
  • Es posible avisar a la policía de su ausencia, ya que con frecuencia patrullan en torno a las residencias desocupadas para comprobar que todo está en orden.
  • Poner a buen recaudo los objetos de valor, ya sea en un buen escondite o en el exterior del domicilio.
  • Para poder responder a las demandas de la aseguradora en caso de robo, conservar fuera del domicilio las facturas y las fotos de los objetos de valor.

Evitar los desperfectos

Una vez alejada la posibilidad de un robo, es conveniente tomar medidas contra otros siniestros potenciales como inundaciones o pequeños problemas sanitarios. Para eso:

  • Cortar los grifos de paso del gas y del agua.
  • Cortar el calentador de agua para que no pueda calentar nada. Apagar también los aparatos eléctricos que quedan en espera (TV, ordenador, reproductor de DVD, etc.). Es preferible no cortar la electricidad en el contador general para que siga funcionando el congelador, los acuarios, los posibles programadores instalados para simular que hay alguien en casa, etc.
  • Dar, congelar o llevar consigo los alimentos perecederos. Comprobar asimismo que no se ha dejado nada en el horno.
  • Vaciar la basura de toda la casa.
  • En determinados casos, colocar trampas para hormigas, cucarachas o polillas para evitar que proliferen proliferación durante una larga ausencia.

Ocuparse de los animales

Los veraneantes no siempre son los únicos residentes del domicilio, a veces comparten su espacio con animales de compañía. Proponemos algunas soluciones para ellos:

  • Lo más sencillo, siempre que sea posible, es llevárselos de vacaciones.
  • Algunas animales pueden quedarse solos si la ausencia es breve (un fin de semana normal o un puente). Esto se puede aplicar, por lo general, a gatos, pájaros y peces. En este caso, hay que dejarles comida y agua en cantidad suficiente. Para los peces, también es una medida de precaución razonable comprobar que el acuario funcione bien con el fin de evitar problemas técnicos.
  • Para los demás animales, o en caso de ausencia prolongada, una persona puede pasar regularmente por su domicilio para ocuparse de ellos. Puede tratarse de un vecino, del portero, de un amigo, de un miembro de la familia o incluso de un profesional de la vigilancia o de una asociación.
  • Los amigos o la familia también se pueden encargar de acogerlos en sus casas, en ocasiones a cambio de una contrapartida. Si no puede recurrir a estas personas, también existen familias de acogida o pensiones para animales que ofrecen este servicio a cambio de una remuneración.

Ocuparse de las plantas

También las plantas necesitan que alguien se ocupe de ellas durante las vacaciones. Para eso:

  • Pedir a alguien (vecino, portero, amigo, familiar) que pase regularmente a regarlas. Pero esto puede ser bastante engorroso, sobre todo cuando hace calor y hay que regar a menudo.
  • Pasar por una asociación o empresa de vigilancia (servicio de pago).
  • Instalar un sistema de riego automático. Existen diferentes mecanismos en función del tipo de planta y del acceso al agua corriente: programados, recipiente con reserva de agua o simple irrigador poroso atornillado a una botella de agua.
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