La región Auvernia-Ródano-Alpes es un destino predilecto para los amantes de los paisajes montañosos y el ocio al aire libre. Su extraordinario patrimonio natural constituye un paraíso para los senderistas enamorados de los espacios protegidos y los deportistas que aman las sensaciones fuertes. Tiene donde elegir para pasar sus vacaciones: desde el senderismo en el Parque Natural Regional de los Volcanes de Auvernia o el Parque Nacional de la Vanoise al esquí de fondo en Les Bauges, pasando por la escalada en el macizo del Mont-Blanc, el piragüismo en las gargantas del Sioule o el baño en los lagos de Annecy, Aiguebelette, Aydat, Le Bourget, Grangent y Chambon. Por su parte, los entusiastas del esquí de pista no darán abasto, de tantas estaciones de deportes de invierno que hay en los Alpes franceses. Y los menos deportistas también podrán disfrutar de las maravillas de la naturaleza recorriendo la famosa ruta de los Grandes Alpes, un itinerario excepcional jalonado de puertos que superan los 2000 metros de altitud. Y para relajarse, nada mejor que hacer un alto en las playas de los lagos del Macizo central y de los Alpes o detenerse en los spas termales de Aix-les-Bains, Brides-les-Bains, Bourbon-l'Archambault, Chaudes-Aigues, Saint-Gervais-les-Bains, Royat, Uriage-les-Bains o Vichy.
Auvernia-Ródano-Alpes también cuenta con un notable patrimonio construido. Sus fortalezas, sus iglesias románicas, sus pueblos típicos y sus ciudades con un patrimonio arquitectónico y cultural importante, como Annecy, Chambéry, Clermont-Ferrand, Grenoble, Le Puy-en-Velay, Montluçon, Molinos y Riom no dejarán de sorprenderle. Los entusiastas de la historia y los monumentos antiguos, no pueden dejar de visitar lugares destacados del patrimonio, como el centro histórico de Lyon (incluido en el patrimonio mundial de la UNESCO), el yacimiento arqueológico de Saint-Romain-en-Gal, el priorato de Souvigny, la basílica de Orcival, el monasterio real de Brou, las ciudades medievales de Charroux y Salers, los pintorescos pueblos de Balazuc, Bonneval-sur-Arc, Labeaume, Pérouges y Yvoire o los castillos de Anjony, Crussol, Murol, Tournoël y Touvet.
Al sur de Lyon, a ambos lados del valle del Ródano, se extienden dos grandes destinos estrella de los veraneantes: Drôme, por un lado, con sus preciosos pueblos, sus suaves colinas, sus campos de lavanda y sus relieves montañosos; Ardèche, por otro, con sus famosas gargantas, tan apreciadas por los kayakistas, sus pueblos con encanto, sus lugares volcánicos, sus castillos medievales y sus magníficas panorámicas.
Entre dos visitas, aproveche para saborear de los buenos productos de la tierra y las especialidades famosas. Quesos de Auvernia y Saboya, lentejas verdes del Puy, ensalada lionesa, potaje de Auvernia, ave de Bresse, tartiflette, raclette y fondue, raviolis de Romans, vinos de Côtes du Rhône y de Saint-Pourçain, nougat de Montélimar, pastel de Saint-Genix o pompe aux pommes (empanada de manzana) son algunos de los productos que le harán relamerse de gusto.