Destino predilecto para los amantes de los paisajes montañosos y las actividades al aire libre, los Alpes y su excepcional patrimonio natural constituyen un paraíso para todos los deportistas y los amantes de las emociones fuertes. Del senderismo por el Parque Nacional de la Vanoise al esquí de fondo en el macizo de les Bauges, pasando por la escalada en el macizo del Mont-Blanc o las actividades náuticas en los lagos de Aiguebelette, Annecy, Bourget y Serre-Ponçon, le costará decidir en sus vacaciones. Por su parte, los aficionados al esquí de pista tienen mucho donde elegir, de tantas estaciones de deportes de invierno que existen en los Alpes franceses. En cuanto a los menos deportistas, también podrán disfrutar de las maravillas naturales mientras recorren la famosa ruta de los Grandes Alpes, un itinerario excepcional salpicado por desfiladeros que superan los 2000 metros de altitud. Y para relajarse, nada mejor que una pausa en las playas de los lagos alpinos o en los baños termales de Aix-les-Bains, Brides-Les-Bains, Saint-Gervais-les Bains o Uriage-les-Bains.
La riqueza natural de los Alpes es inmensa, pero el patrimonio arquitectónico no se queda atrás, con Chambéry, ciudad de los duques de Saboya; Annecy, la Venecia saboyana; Chamonix-Mont-Blanc, capital del alpinismo; Grenoble, con sus museos; Mont-Dauphin, con su plaza fortificada; Bonneval-sur-Arc, con sus antiguas casas de piedra; Briançon, con sus fortificaciones; Saint-Véran, con sus pintorescas casas de madera; o La Grave, con sus callejuelas empinadas.
Al recorrer los Alpes, también podrá disfrutar de los productos y especialidades culinarias que dan fama a este territorio montañoso. ¡Quesos, carnes y vinos de Saboya, diots, tartiflette, raclette, relleno, tourtons o pastel de Saboya y tarta de de los Alpes son algunos de los sabores que harán las delicias de su paladar!