A doce kilómetros de Grenoble, en un marco frondoso y apacible, se alza la estación termal de Uriage-les-Bains. Famosa desde la Antigüedad por las propiedades curativas de sus aguas, estuvo muy de moda en el siglo XIX. Actualmente, este establecimiento termal -especializado en el tratamiento de las afecciones reumáticas, dermatológicas y de las vías respiratorias- también ofrece estancias de puesta en forma y de bienestar.
Un paseo por la estación nos muestra la arquitectura ecléctica, característica de la Belle Époque, en sus hoteles, edificios y chalets. El gran y agradable parque termal, con sus 200 hectáreas, así como los numerosos caminos de senderismo que jalonan los alrededores de la estación, harán las delicias de los aficionados a las caminatas.