Capital del acordeón, la llamada ciudad de las siete colinas es igualmente famosa por el encaje. Capital de Corrèze, Tulle y sus antiguos barrios ubicados en las laderas de las colinas le acogen en medio de un exuberante escenario natural. El barrio de Trech, centro histórico de la ciudad, le seducirá por su característica atmósfera, sus antiguas construcciones, sus escaleras típicas y su catedral románica-gótica, coronada por el campanario más alto de Lemosín. La catedral, construida entre los siglos XII y XIV y bajo la advocación de Nuestra Señora, alberga unos grandes órganos construidos en 1839 y declarados Monumentos Históricos. También cuenta con una gran vidriera de tonos azules intensos, situada en la cristalera del coro, obra de Jean-Jacques Grüber. Lindando con la catedral, el claustro gótico del siglo XIII, resto de un antiguo monasterio benedictino, alberga un apacible jardín medieval y una bonita sala capitular decorada con pinturas murales del siglo XIV. Un museo situado en la galería oeste del claustro le invita a contemplar las colecciones ligadas a la historia del Bajo Lemosín: arte religioso, pinturas, dibujos y acuarelas, pero también piezas de encaje en punto de Tulle. Para conocer más a fondo el minucioso arte ancestral que hizo famosa a esta ciudad, diríjase al taller de punto de Tulle, en la plaza Émile Zola, y descubrirá las técnicas de encaje con aguja y sus seis puntos característicos.
Un paseo a pie por el antiguo barrio de Trech permite contemplar sus notables edificios medievales y renacentistas: la puerta de Mazeaux, por la que antaño se accedía a la ciudad; la casa de Loyac, construida a comienzos del siglo XVI, con su fachada ricamente decorada y sus torrecillas angulares; la casa Lauthonie y su magnífica puerta renacentista; o la calle de la Torre de Maïsse, que está jalonada de escaleras y rodeada por casas con voladizos.
Tan apasionante como inimitable, la visita a la casa Maugein, la fábrica de acordeones más antigua de Francia, desvela los secretos de su técnica y exhibe unos instrumentos adornados de manera única, famosos en el mundo entero. ¡El popular festival de las Noches de Nácar, un evento clave en Tulle que se celebra en septiembre, hace vibrar a toda la ciudad al ritmo de acordeón!