Muy apreciado por los aficionados a la navegación, los amantes de la naturaleza y los aficionados al submarinismo, el fantástico archipiélago de Les Saintes, situado a lo largo de la costa sur de Tierra Baja, se compone de siete islotes y dos islas habitadas, llamadas Terre-de-Haut y Terre-de-Bas. Accesible por barco desde Trois Rivières (20 minutos), Pointe-à Pitre (1 hora) o Saint François (hora y media), la isla de Terre-de-Haut (la más visitada del archipiélago) impresiona por la belleza de su bahía, que se encuentra entre las más bellas del mundo. Salpicada de preciosas casas de tejados rojos, esta encantadora isla, de relieve escarpado y profundamente acogedora, oculta maravillosas sorpresas para descubrir a pie (¡si se dispone de tiempo suficiente!) o en bicicleta de montaña, bicicleta eléctrica o incluso en cochecito eléctrico.
Encaramado en lo alto de la isla, el fuerte Napoleón es EL lugar que no se puede dejar de ver en Terre-de-Haut. Este sitio increíblemente fotogénico, de obligada vista, está abierto todos los días (excepto festivos) de 9:00 a 12:30. Ofrece a los aficionados a la fotografía un entorno precioso, con su exótico jardín con cactus, en el que se pueden ver algunas iguanas, sus murallas y sus magníficas vistas de la Bahía de Les Saintes...Edificado en el siglo XIX, el fuerte también alberga un museo consagrado a las artes y las tradiciones populares de Les Saintes, cuyas exposiciones ocupan las salas del antiguo cuartel.
A la vuelta del Fuerte haga un alto en la encantadora población de Terre-de-Haut, repleta de restaurantes y tiendas, y visite su bonita iglesia de piedra volcánica antes de proseguir el camino en dirección a las playas de la isla, donde tendrá un gran abanico de posibilidades. Entre las mejores, se encuentra la magnífica playa de Pompierre -la más turística-, la de la ensenada Rodrigue, la de la ensenada Crawen o las de la Pequeña Ensenada de Pan de Azúcar (Petite Anse du Pain de Sucre) y de la Ensenada Delantera (Anse Devant) ideales para hacer un alto y disfrutar de un magnífico baño. En la enorme y salvaje playa de Gran Ensenada (Grande Anse) el baño está prohibido debido a las peligrosas corrientes marinas, pero es un lugar ideal para pasear.
Por su parte, los amantes del senderismo podrán subir al mirador del Camello, situado al suroeste de la isla, a 309 metros sobre el nivel del mar. ¡El esfuerzo que realice en la empinada subida se verá recompensado al llegar a la meta con una vista inolvidable del archipiélago!
Antes de abandonar Terre-de-Haut déjese tentar por los tourments d'amour (tormentos de amor) que se venden en la localidad. Estas deliciosas tartaletas de mermelada de nuez de coco, plátano o guayaba constituyen la gran especialidad local.
Si tiene tiempo y se queda varios días en el archipiélago de Les Saintes, no deje de visitar la apacible isla de Terre-de-Bas. Aunque es menos conocida que Terre-de-Haut, no por ello resulta menos atractiva. Podrá apreciar su ambiente agradable y auténtico, su forma de vida relajada, así como la hermosa playa de la Gran Ensenada (con arena dorada bordeada por cocoteros) y la cala de Gran Bahía, en cuya orilla se levantan los restos de una antigua alfarería de los siglos XVIII y XIX, que en la actualidad está declarada Monumento Histórico.
