A la entrada del verde valle de los Aldudes, a ambas orillas del Nive de Baïgorry, el bonito pueblo de Saint-Étienne-de-Baïgorry le invita a descubrir sus casas vascas típicas y su espléndida iglesia de San Esteban, con un retablo barroco de interés, un órgano Rémy Mahler y tres pisos de galerías de madera.