Cerca del precioso pueblo de Gordes, en Provenza, existe un lugar que no debe perderse: el pueblo de Bories y sus treinta "cabanons", cuya excepcional arquitectura de piedra seca les ha valido ser declaradas Monumento Histórico.
Antiguamente utilizadas como refugios de temporada, las "bories" son pequeñas construcciones rurales cuyas piedras secas tienen la particularidad de estar apiladas unas sobre otras y de mantenerse unidas gracias a la técnica de la bóveda de voladizo. En el territorio de Gordes se cuentan cerca de 400 bories, aisladas o agrupadas en aldeas.
Habitado hasta el siglo XIX, el pueblo de Bories constituye hoy en día un notable testimonio del modo de vida provenzal de los siglos pasados. Auténtico museo de la vida rural, aquí encontrará viviendas, apriscos, hornos de pan y cubas de vino. Pero también objetos y herramientas del pasado.
Varias recorridos a pie en plena naturaleza, como el Sendero del Pequeño Patrimonio Rural o las Bories de la Garriguette, permitirán a los amantes del senderismo y las piedras antiguas completar la exploración de este increíble patrimonio vernáculo.