El Parque Nacional de Port-Cros es un pequeño paraíso enclavado en las aguas cristalinas del Mediterráneo. Posee 700 hectáreas de superficie terrestre y 1288 hectáreas de zona marina, y comprende las islas de Port-Cros y Bagaud, parte de la isla de Porquerolles, la isla de Gabiniere y el peñasco de Rascas. La isla de Bagaud, el islote de Gabinière y el peñasco de Rascas están calificados como reservas integrales y no son de acceso público. A diferencia de estas, las islas de Porquerolles y de Port-Cros harán las delicias de los amantes del mar y la naturaleza. Accesible en barco desde los puertos de Tour Fondue, Hyères o Lavandou, el Parque Nacional de Port-Cros, creado en 1963, es el pionero de los parques marinos en Europa.
Costas rocosas, calas de agua traslúcida, abruptos acantilados, hermosas playas de arena y bosques de robles son algunos de los maravillosos paisajes que senderistas y veraneantes podrán admirar durante su periplo por el archipiélago de las islas Or. Poseedor de una flora excepcional, el parque alberga más de 600 especies terrestres, entre las que se cuenta la Delphinium Requienii (variedad de espuela de caballero), la campanilla de verano, la lavanda de las islas de Hyères, la lechetrezna macho, la barba de Júpiter, el brezo arborescente y el pino de Alepo, así como 500 especies de algas. En cuanto a la fauna, hay censadas no menos de 144 especies de aves, de las cuales 40 son anidadoras, y 180 de peces. Para admirar la fauna y flora de los fondos marinos mediterráneos nada mejor que un paseo con aletas partiendo de la isla de Port-Cros y siguiendo el sendero de Palud. El Parque Nacional de Port-Cros contiene también un increíble patrimonio histórico formado por vestigios arqueológicos, restos de navíos y fuertes militares. Para descubrir todos sus atractivos, podrá elegir entre una zambullida submarina, un paseo en bicicleta por la isla de Porquerolles o un paseo a pie por los caminos señalizados de la isla de Port-Cros. Este último, en particular, hará las delicias de los amantes de los paisajes salvajes gracias a sus cimas montañosas y su sendero rodeado de plantas.