El pequeño pueblo de Oradour-sur-Glane en Alto Vienne es tristemente conocido por la masacre que se produjo allí el 10 de junio de 1944. Por la tarde, 200 soldados de la división SS Das Reich irrumpen en el pacífico pueblo. Lo que parecía un rutinario control de identidad se convirtió en una sangrienta masacre. Hombres, mujeres y niños fueron abatidos fríamente y quemados. En total los nazis mataron a 642 personas, de las cuales 207 eran niños.
Verdadero símbolo de la barbarie nazi y lugar de memoria histórica, Oradour-sur-Glane se ha conservado tal como estaba aquel día. Durante su visita, los coches y las casas incendiadas le permitirán comprender el alcance de la masacre. En la calle principal que conduce al recinto ferial deténgase a leer las diversas placas conmemorativas.
Cerca del pueblo, el Centro de la Memoria ofrece una retrospectiva de la historia del nazismo, desde su ascenso hasta este trágico día, a través de una exposición que fomenta la reflexión acerca de la paz y los derechos humanos. Con el objetivo de honrar a estos desaparecidos, el Centro se ha dedicado desde 2014 a encontrar sus rostros para hacerlos grabar. Más de 500 personas han sido encontradas hasta hoy.