Auténtica joya en el corazón de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, el Parque Nacional de Calanques es famoso por sus paisajes, su excepcional biodiversidad y su patrimonio cultural y. Con 8500 hectáreas de extensión, su superficie terrestre se reparte en tres municipios, Marseille, Cassis y La Ciotat, mientras que el área acuática comprende 43 5000 hectáreas. Es el único parque nacional de Europa terrestre, marino y periférico al mismo tiempo, y alberga una increíble biodiversidad, con cerca de 140 especies terrestres (animales y vegetales) protegidas, y más de 60 especies marinas patrimoniales.
El conjunto paisajístico de este magnífico territorio atrae poderosamente a los amantes de la exploración y el senderismo. Sus escenarios son absolutamente únicos, con macizos litorales recortados por calanques, un cañón submarino y numerosas islas. Entre estas se encuentra la que alberga el famoso castillo de If, fortaleza del siglo XVI popularizada por Alejandro Dumas en la novela El conde de Montecristo.
Pasear por el macizo de las Calanques supone explorar paisajes que cortan la respiración y enclaves, un litoral no muy alejado del área urbana, pero donde las calas salvajes alternan con senderos en plena naturaleza ideales para pasear. A lo largo del recorrido no dejará de maravillarse de la majestuosidad de los acantilados calcáreos que se hunden en las aguas turquesas del Mediterráneo. Las calanques de Devenson, En-Vau, Morgiou, Sormiou o Sugiton, por citar algunas, son unos ejemplos magníficos. Una visita al Parque de Calanques permite gozar de un baño en aguas cristalinas, contemplar la fauna y flora locales y practicar actividades deportivas como el senderismo, la escalada, el submarinismo, el kayak o el stand up paddle.