La antigua villa real de Étampes, a la que los reyes de Francia tuvieron en gran aprecio, es una ciudad histórico-artística con un gran número de tesoros, testimonios de su prestigioso pasado, y puede enorgullecerse de contar con más de veintiséis monumentos declarados. Entre los puntos de obligada visita, podemos citar la colegiata de Notre-Dame-du-Fort, con su portal real del siglo XII, la torre de Guinette -torreón del antiguo castillo de Étampes-, la iglesia de Saint-Gilles (siglos XII, XV y XVI), el ayuntamiento de estilo neogótico, los palacios de Anne de Pisseleu y Diana de Poitiers (siglo XVI), la casa de los Pilares –la casa más antigua de la ciudad- o la iglesia de San Martín, con su torre inclinada.
El museo de Étampes, instalado en el ala derecha del ayuntamiento, alberga colecciones de paleontología y arqueología, así como de bellas artes y arte contemporáneo.
No lejos del centro urbano, los aficionados a las actividades al aire libre, mayores o pequeños, podrán disfrutar de lo lindo en la base regional de ocio. Baño en la piscina de olas, paseos en pony, recorridos por los árboles, piragüismo, escalada, bicicleta de montaña, luge todas las estaciones, mini-golf, tiro al arco, itinerarios saludables u observación de la naturaleza, son algunas de las actividades que se pueden realizar en este lugar.