Al borde de un estanque se encuentra la pequeña ciudad de Combourg. Las torres redondas con tejado cónico de su castillo feudal, atrapan inmediatamente la vista.
La historia de la ciudad está marcada por el escritor romántico François-René de Chateaubriand, que vivió en el castillo medieval durante un período de su juventud y escribió entre otras cosas “En los bosques de Combourg me convertí en lo que soy“. El castillo (siglos XIII a XV) está abierto al público, y en él se pueden contemplar la habitación del famoso escritor y un gran número de recuerdos.