El canal de Nivernais fue construido entre 1784 y 1843 con el fin de transportar a la capital francesa en almadías la madera de calefacción procedente de los bosques de Le Morvan y de Le Bazois. El canal recorre 174 kilómetros, desde Saint-Léger-des-Vignes, cerca de Decize, en Nièvre, hasta Auxerre, en Yonne, pasando por Châtillon-en-Bazois y Clamecy. Apreciada en la actualidad por los aficionados a la navegación y al turismo fluvial, esta hermosa vía fluvial, llamada el canal jardín por los paisajes apacibles y verdes que atraviesa, es ideal para descubrir el patrimonio natural y arquitectónico de Nivernais. La navegación pausada a lo largo del canal, pasando las diferentes esclusas, también permite admirar extraordinarias obras fluviales, como las bóvedas de La Collancelle y las dieciséis esclusas del valle de Sardy. A lo largo del recorrido, con ayuda de unos prismáticos, podrá contemplar numerosas especies de pájaros que pueblan el canal y sus orillas protegidas, como el somormujo lavanco, la garza real, el ánade real, el cisne común, o el martín pescador, ...
Si se siente más cómodo en tierra que en el agua, y le gustan los paseos a pie o en bicicleta, siga la ruta del canal de Nivernais, un magnífico itinerario ciclable de 180 kilómetros, que recorre el camino de sirga y algunas pequeñas carreteras secundarias. Un agradable recorrido, para realizar en familia o con amigos, jalonado de bellas etapas, como el pueblo de Châtillon-en-Bazois, con su magnífico castillo con jardines, los estanques de Vaux y de Baye, declarados Espacios Naturales Sensibles, la abadía de Corbigny, espacio de cultivos del País Nivernais Morvan, la villa medieval de Clamecy, antigua capital de la armadía de madera...