Diseñado en el siglo XVII por Pierre-Paul Riquet, el canal del Mediodía, jalonado por 64 esclusas, recorre cerca de 240 kilómetros, de Toulouse, en Alto Garona, al estanque de Thau, en las proximidades de Sète, en Hérault. Para construir esta obra colosal, que une el océano Atlántico con el mar Mediterráneo, 12 000 obreros fueron empleados durante los quince años de obras, de 1666 a 1681. Hoy en día está inscrito en el Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es un destino turístico ineludible, ideal para hacer turismo o para descansar, navegando por el canal o surcando sus preciosas riberas llenas de sombra: cruceros en gabarra a lo largo de las esclusas, paseos románticos por las orillas o paseos en bicicleta a lo largo del camino de sirga, etc.
El canal del Mediodía, que atraviesa el departamento de oeste a este, constituye un formidable medio para conocer el patrimonio de Aude. El recorrido está jalonado por bonitas etapas: la pequeña ciudad de Castelnaudary, con su gran estanque en el canal del Mediodía; la famosa ciudad fortificada de Carcassonne; el pueblo de Ventenac-en-Minervois, con su castillo y su bodega cooperativa; el pintoresco puertecito del Somail, con su puente de piedra de lomo de asno... No lejos de Castelnaudary, en Montferrand, se encuentra el umbral de Naurouze, que merece una visita. Es el punto más elevado del canal del Mediodía y está situado en la línea divisoria de aguas entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Con su arboretum, su estanque, el canal de agua procedente de la Montaña Negra y su obelisco en honor de Riquet, este lugar apacible invita a pasear.
En Hérault se encuentra una obra de ingeniería insólita que no hay que perderse: las 9 esclusas de Fonséranes.