La violeta es una flor delicada, llena de encanto, con un aroma sutil. En Toulouse se cultiva desde el siglo XIX. La flor de la violeta se utiliza en numerosos ámbitos, como el de la perfumería, la confitería o la pastelería. En la cocina, la violeta proporciona un toque original, perfumado y coloreado con las preparaciones más diversas, desde la macedonia hasta la mermelada, pasando por las ensaladas compuestas y los platos a base de carne.
El licor de violeta, las violetas cristalizadas o los deliciosos caramelos de violeta son otras tantas especialidades de Toulouse.
En febrero, el festival de la violeta de Toulouse, rinde honor a esta famosa flor perfumada.