Originaria de Saona y Loira, en Borgoña, la vaca charolesa, de piel y cuernos blancos, es famosa por sus cualidades maternales. Esta raza bovina también es muy apreciada por la calidad de su carne, finamente entreverada, tierna y sabrosa.
En Charolles, no se puede dejar de visitar el Instituto Charolais, un espacio museográfico dedicado a la carne de esta vaca.
En Nièvre, tierra de cría de las charolesas, un mercado especializado en bovinos, de renombre internacional, se celebra todos los martes por la mañana en Moulins-Engilbert. Para saber más sobre la historia de la cría de la vaca charolesa, diríjase a la Casa de la Ganadería y de la Vaca Charolesa de Moulins-Engilbert.