La miel de Morvan debe su éxito y su gran calidad a la riqueza florística de la región. Presenta diferentes tipos, como la miel de acacia, suave y delicada, la miel de trébol, la miel de diente de león, fuerte y cremosa, la miel de primavera, fabricada a partir de las flores de espino blanco y dientes de león, la miel de flores salvajes y de las praderas, de color ámbar, procedente de las flores del trébol, zarzas y tilos, la miel de milflores, la miel de tilo, la miel de bosque, o la miel de abeto o de castaño, de sabor muy fuerte.
Las mieles de Morvan pueden tomarse solas en tostadas, para endulzar las bebidas calientes, en platos dulces-salados como un asado de cerdo o un magret de pato, o con el famoso pan de especias.
Todo el mundo conoce las propiedades antisépticas de la miel, y sus grandes beneficios para el sistema inmunitario, pero poca gente sabe que también es un excelente remedio para combatir la resaca, debido a su concentración de fructosa, y el insomnio.
Las mieles con la etiqueta "Producto del Parque Natural Regional de Morvan" garantizan un producto de calidad, que se recoge de forma natural, sin repelentes químicos ni productos de síntesis.