El mentchikoff es un dulce creada en 1893 por un confitero de Chartres llamado Daumesnil. Viene a ser un homenaje a la alianza franco-rusa que acababa de firmarse en aquella época, y que despertó un gran entusiasmo en toda Francia. Este dulce debe pues su nombre al príncipe Alexánder Danílovich Menchikov, un antiguo confidente del zar Pedro el Grande.
El mentchikoff es una golosina blanca, un chocolate praliné cubierto de una fina capa de azúcar glasé de vainilla, llamado merengue suizo. Cada pieza se enrolla a mano. Se aprecia en su justa medida el hueso de chocolate elaborado con praliné de avellanas, mantequilla y cacao. Tradicionalmente, estos dulces se presentan en cajas adornadas con los colores de la famosa catedral de Chartres. Crujiente por encima y suave por dentro, el mentchikoff es un dulce muy apreciado para acompañar al café o al té.