Aunque las frutas exóticas, tan abundantes en las islas antillanas, son buenas por sí solas, también se prestan de maravilla a la elaboración de mermeladas, cócteles y batidos.
A diferencia de lo que se puede creer, las mermeladas criollas no se elaboran para conservarse, sino para tomarse como postre, y no es raro encontrarlas en las tartas o pasteles locales, como los famosos tormentos de amor, una especialidad de las islas de Les Saintes, en Guadalupe. Entre las mermeladas más apreciadas, están las de plátano, nuez de coco, guayaba, mango, piña o papaya. ¡Toda una amalgama de sabores!
Frescos a más no poder y llenos de vitaminas, los zumos de frutas criollos y otros batidos también hacen las delicias de los antillanos y los turistas de paso. Maracuyá, guayaba, lichi, mango, piña, plátano o cereza de las Antillas son algunas de las frutas que se pueden saborear en forma liquide. También se puede tomar el zumo de tamarindo, una fruta con forma de judía, carne acidulada y cualidades digestivas.