¡Situado en el corazón de uno de los más prestigiosos viñedos de Burdeos, el famoso pueblo de Saint-Émilion, conocido por sus grandes vinos, también puede alardear de tener un patrimonio construido cuando menos notable!
La ciudad medieval, llena de encanto, se alza con orgullo sobre un promontorio rocoso, y hará las delicias de los amantes de las piedras antiguas, que pueden deleitarse vagando por sus empinadas calles jalonadas de casas antiguas. ¡Y si le gustan las panorámicas, no se olvide de subir a la torre del Rey! Desde lo más alto de este imponente torreón del siglo XIII hay una hermosa vista de los tejados y viñedos de Saint-Émilion. Por su parte, los entusiastas de la arquitectura religiosa podrán contemplar el claustro de la iglesia colegiata y sus antiguos panteones, la insólita iglesia monolítica del siglo XI excavada en la roca o el claustro de los Cordeleros, con sus elegantes columnas. ¡En cuanto a los gastrónomos y gourmets, aquí podrán disfrutar de un gran caldo certificado o de los deliciosos macarons elaborados artesanalmente desde 1620!