Royan es una famosa localidad playera de Charente Marítimo ubicada en la entrada del estuario del Gironda. Adquirió su sello de distinción en el siglo XIX, cuando los baños de mar empezaron a ponerse de moda. Arrasada durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida con una arquitectura de la década de 1950. Los edificios y la iglesia de Nuestra Señora, construida según los códigos modernistas e incluida en los monumentos históricos, dan testimonio de esta transformación.
Pero Royan, localidad de la Costa de la Belleza con el sello de Ciudad histórico-artística, conserva a pesar de todo testimonios de la Belle Époque. Treinta villas con encanto jalonan las calles, sobre todo en el barrio de moda de Pontaillac, famoso por el centro de surf de su playa. El museo de Royan también se ha instalado en Pontaillac, en el antiguo mercado cubierto situado en pleno barrio histórico. Aquí, un recorrido relata la historia tumultuosa de la ciudad, que ha sabido renacer de sus cenizas, así como el surgimiento de este lugar turístico. Villas playeras y mansiones con carácter coexisten asimismo en los barrios del Parque y de Foncillon.
Royan ofrece a los locales y a los veraneantes cinco playas de arena fina, entre ellos la popular Grande Conche, que acoge a bañistas, windsurfistas y aficionados a las cometas. Otras, como las "conches" de Le Chay y Le Pigeonnier, situadas en calas rocosas, son más discretas.
También es una ciudad eminentemente deportiva. El club náutico de Regatas de Royan ha iniciado en la vela a muchos aficionados a este deporte mítico. En cuanto a la bicicleta, ocupa un lugar destacado en la villa con la Vélodyssée, pista ciclable que bordea la costa. Existen muchas otras actividades: buceo submarino, equitación, golf, squash, paracaidismo... ¡Hay mucho dónde elegir!
También podrá contemplar la atípica arquitectura del mercado central, construido a partir de 1955 y recubierto con una cúpula de hormigón que recuerda a un paracaídas, o pasear por el puerto al amanecer para asistir al regreso de los pescadores. Los amantes de la naturaleza disfrutarán de los Jardines del Mundo, ubicados en la Marisma de Pousseau. Este lugar embriaga y seduce al visitante por su mezcla sutil de aromas y colores. El bosque tropical de 700 m² (en el que se encuentra el mayor invernadero de orquídeas de Francia, con cerca de 30 000 especies), es lo más destacado del lugar.