Frontera natural entre los departamentos de Var y Alpes de Alta Provenza, las gargantas del Verdon, ubicadas entre Castellane y Moustiers-Sainte-Marie, son un excepcional enclave natural de paisajes de contrastes. El río Verdon, poseedor de unos colores fascinantes, ha moldeado este sitio a lo largo de milenios. Hoy en día las gargantas forman un impresionante cañón, el más grande de Europa, cuyos acantilados de piedra caliza pueden alcanzar los 700 metros de altura. ¡Un verdadero paraíso para los escaladores, que tienen a su disposición cientos de vías de escalada!
Venga a descubrir los paisajes vírgenes de las gargantas bajas y esté atento a los graznidos de los buitres leonados y los buitres monje, famosas aves rapaces que han hecho de esta zona su hábitat. ¿Por qué no observarlas más de cerca mientras prueba el parapente? Seguro que queda maravillado con la experiencia.
Como ya habrá deducido, las gargantas del Verdon son aptas para practicar múltiples actividades. Los senderistas pueden elegir entre caminos señalizados como el de Blanc-Martel, que conduce hasta el corazón de las gargantas y el pie de los acantilados. ¡Una visita obligada! Los amantes de los deportes de aguas bravas, por su parte, también estarán satisfechos; descenso de ríos, barranquismo, kayak o piragüismo, opciones todas ellas para domar las corrientes del río y divertirse. Y si quiere experimentar emociones fuertes diríjase al impresionante puente Artuby para practicar el puenting.
Jalonada por numerosos miradores, como los Balcones de la Mescla o el Punto Sublime, la ruta turística por las gargantas ofrece un agradable recorrido en coche. También puede cambiar su vehículo por una bicicleta eléctrica y recorrer la ruta de las cimas desde La Palud-sur-Verdon, que ofrece unas vistas magníficas.
Los alrededores están jalonados por lagos ideales para nadar, navegar en bote y hacer pícnic, como por ejemplo los de Sainte-Croix y Esparron.