Capital histórica de Normandía, llamada la ciudad de los cien campanarios, Rouen es una ciudad apasionante. Con un patrimonio arquitectónico y religioso excepcional, no es sorprendente que haya sido catalogada Ciudad histórico-artística. Da gusto pasear por los pintorescos barrios antiguos, cuyas callejuelas empedradas están rodeadas de antiguas casas con entramado de madera. Sus pasos le conducirán a notables monumentos como la catedral de Nuestra Señora, una obra maestra del arte gótico que comenzó a construirse en el siglo XII. Erigida sobre los cimientos de un edificio del siglo IV, aún conserva su palacio episcopal y alberga las tumbas de los duques de Normandía. ¡Con 151 metros de altura, su aguja es la más alta de Francia!
La iglesia de San Maclovio, perfecto ejemplo del arte gótico flamígero, posee una portada con cinco pórticos con puertas de madera tallada, y es otro de los monumento ineludibles de Ruan. Igual que la abadía de San Audonio, uno de los monasterios benedictinos más poderosos de Normandía, construido entre los siglos XIV y XVI. En el interior, observe las 80 vidrieras que decoran la abadía en sus tres niveles. Sepa que aquí, en el antiguo dormitorio de los monjes, se encuentra el actual ayuntamiento.
Ruan también tiene una de las últimas necrópolis medievales de Europa en el centro urbano: el atrio de San Maclovio. Esta antigua fosa común, creada durante la gran Peste Negra de 1348, está considerada Monumento Histórico. Todavía conserva adornos macabros en las fachadas con entramado de madera de sus galerías. Construidas en el siglo XVI para servir como osario,las galerías se encuentran en un tranquilo patio arbolado.
Otro tesoro histórico destacable es el Gran Reloj, formado por un campanario civil gótico, una esfera renacentista y una fuente Luis XV. En este campanario se encuentran las campanas y el reloj de la ciudad, cuyo mecanismo, que funcionó hasta 1928, fue uno de los más antiguos de Europa.
No podemos hablar de Ruan sin mencionar a Juana de Arco. Varios edificios permiten rastrear su historia, desde la torre Juana de Arco, antigua fortaleza del castillo donde tuvo lugar su proceso, hasta la plaza del Mercado Antiguo, donde fue quemada viva en 1431. Una enorme cruz indica el emplazamiento de la hoguera. En el centro de esta plaza, la iglesia de Santa Juana de Arco alberga notables vidrieras del siglo XVI provenientes de la antigua iglesia de San Vicente. El Historial Juana de Arco, instalado en el palacio arzobispal, ofrece un recorrido escenográfico muy interesante para revivir toda su historia.
El Parlamento de Normandía es el monumento gótico civil más grande de toda Francia, y sus orígenes se remontan al final de la Edad Media. Al acercarse al edificio, podrá ver impactos de bala en las fachadas, rastros de los bombardeos de 1944. Hoy en día alberga el palacio de Justicia. Bajo el patio de este último encontrará la Casa Sublime, un edificio hebreo románico de piedra que es el monumento judío más antiguo del país. Descubierto en 1976, su nombre se debe a una inscripción en hebreo que significa "Que esta casa sea sublime".
Ruan satisfará a los amantes del arte, la cultura y las tradiciones con el Museo de Bellas Artes, con su magnífica colección de pinturas, dibujos, esculturas y objetos de arte que van desde el siglo XV hasta la actualidad; el museo de la Cerámica, que exhibe magníficas piezas antiguas de Ruan; o el museo de la herrería Le Secq des Tournelles, instalado en la iglesia de San Lorenzo y dedicado a las artes del hierro.
Después de realizar estas visitas, dese un paseo por las orillas del Sena, cuidadosamente acondicionadas, o por el Jardin de Plantas, que cuenta con un jardín francés y otro inglés. Aquí encontrará muchas variedades botánicas, así como una hermosa rosaleda.