El pintoresco pueblo de Roquebrun, que domina el valle del Orb, tiene bien merecido el nombre de "pequeña Niza de Hérault". Situado en el Parque Natural Regional de Alto Languedoc, a 30 kilómetros de Beziers, goza de una situación privilegiada. La tierra rica en esquisto, que tiene la particularidad de retener el agua y almacenar el calor, lo convierte en un lugar singular que propicia una vegetación exótica.
La excepcional suavidad de su microclima permite que crezcan mimosas, plantas exóticas, naranjos, limoneros y otros cítricos incluso en pleno invierno. El magnífico jardín mediterráneo (con una extraordinaria colección de plantas suculentas y exóticas, un vergel mediterráneo y un sendero botánico dedicado a la flora local) constituye la joya indiscutible de este paraíso vegetal.
Pero Roquebrun también es un pueblo con encanto. Da gusto deambular por sus callejuelas contemplando las casas arrebujadas, los tejados bañados por el sol, el viñedo, así como el Orb y el puente de 1870 que lo atraviesa. Para los amantes de los deportes acuáticos, el río permite practicar el piragüismo. Y los aficionados a hacer fotos podrán disfrutar desde la carretera de Laurenque o cerca de la iglesia de San Andrés de bonitas vistas del pueblo.