En el corazón de Provenza, cerca del monte Ventoux en Vaucluse, encontramos una pequeña ciudad llena de encanto. Bienvenido a Pernes-les-Fontaines, cuya singularidad es que tiene… ¡40 fuentes! ¡Enormes o más discretas, con mascarones, musgosas o esculpidas, descubra todas ellas siguiendo el "circuito de las fuentes" que recorre la ciudad! Entre las más bellas se encuentran la fuente de Gigot o la fuente del Cormorán. Ambas datan del siglo XVIII y figuran en el inventario de monumentos históricos.
Pernes-les-Fontaines también alberga un notable patrimonio medieval. Las murallas se han mantenido intactas y todavía conservan sus puertas, como la de Nuestra Señora (siglo XIV), adornada con dos torres orientadas hacia el río. Sobre el pintoresco puente que cruza el Nesque, le sorprenderá descubrir una pequeña capilla de principios del siglo XVI. La zona intramuros consiste en una sucesión de calles empedradas en cuesta, plazas sombreadas y pequeñas capillas que desprenden un gran encanto. Último vestigio del castillo de los Condes de Toulouse, construido en el siglo XII, la Torre del Reloj permite contemplar desde lo alto unas fantásticas vistas de la llanura de Condado y el monte Ventoux. Tampoco puede perderse la torre Ferrande, con sus espléndidos frescos del siglo XIII magníficamente conservados; ni la iglesia de Nuestra Señora de Nazaret, de origen románico. Mientras recorre la ciudad medieval, haga una pausa para contemplar los bellísimos palacios como los de Brancas y Cheylus.
Los aficionados a la ropa de cama antigua y los trajes provenzales no pueden perderse el Museo del Traje del Condado, ubicado en una antigua tienda de telas del siglo XIX.