Limitada al sur por el Canal del Mediodía y al norte por la Montaña Negra, la ciudad medieval de Minerve se encuentra en medio de un paisaje impresionante. Las gargantas excavadas en la piedra caliza de las Causses están cubiertas de vegetación y se combinan con proezas de la arquitectura humana, como el magnífico puente-viaducto que da acceso al pueblo. Una de sus ventajas reside en su ubicación geográfica. Minerve está ubicada en una roca en la confluencia de dos ríos, el Brian y el Cesse, formando un conjunto con aspecto de península. De este modo, las casas se alzan sobre dicho espolón rocoso y, vistas desde el cielo, parecen estar suspendidas en el vacío. ¡No es de extrañar que Minerve figure entre los pueblos más bellos de Francia!
Al caminar por su interior descubrirá los vestigios de su rica historia. De la época medieval subsiste una elevada torre de piedra, la Candela, que antiguamente perteneció al castillo. El pueblo también albergó a los cátaros que se negaron a renunciar a su fe y a rendirse al ejército enemigo. Es posible ver restos de murallas y elementos de mampostería que dan testimonio de su asedio.
Pasee por las callejuelas antiguas de Minerve cubiertas de adoquines. Las casas con antiguas fachadas de piedra parecen guardar miles de secretos. También podrá visitar el museo dedicado a la paleontología y la arqueología, antes de partir a explorar su patrimonio natural. En verano no deje de pasear junto a sus dos puentes naturales, impresionantes túneles excavados en la roca que lo sumergirán en un ambiente insólito.