Rodeada de un vasto terreno fértil, propicio para la horticultura, la ciudad de Marmande, capital del tomate, le invita a visitar su patrimonio: la iglesia gótica y su claustro renacentista, el barrio Labat y sus casas antiguas con entramados, la plaza Clemenceau con su estatua de la Manzana del Amor, etc.
La iglesia gótica de Notre-Dame, (edificada en los siglos XIII y XIV), presenta una fachada ornamentada con un bello rosetón. También cuenta con un Enterramiento y un retablo barroco de madera dorado del s. XVII. Lindando con la iglesia, el claustro renacentista de 1540, del que subsiste aún una galería, está decorado con un jardín de estilo francés catalogado como Jardin Remarquable (Jardín de interés). Hermosa muestra de arte topiario...
Los aficionados a la música alternativa no pueden faltar al célebre festival Garorock que tiene lugar a finales de junio y principios de julio.