El pueblo de Les Baux-de-Provence, colgado en la cadena montañosa de Les Alpilles, está declarado monumental y es de visita obligada. Dominado por las ruinas de su ciudadela, el pueblo presenta unas preciosas callejuelas empedradas rodeadas de casas renacentistas restauradas. La plaza de Saint-Vincent, donde se encuentra la capilla de los Penitentes Blancos y la iglesia de Saint-Vincent, ofrece una hermosa vista sobre los alrededores del pueblo, y más concretamente sobre el pequeño valle de la Fontaine.