En Alto Quercy, en el valle del Dordoña concretamente, se halla el pueblo de Carennac. Incluido entre los más bellos de Francia, cuenta con múltiples tesoros. Entre los atractivos de este precioso pueblo medieval figuran las típicas casas antiguas de piedra, el castillo del siglo XVI, la iglesia románica de Saint-Pierre, con su extraordinario tímpano esculpido o el claustro del priorato cluniacense, mitad románico mitad gótico flamígero, que invita al recogimiento. La sala capitular del priorato alberga un Entierro que data del siglo XV.