La bastida de Fleurance, fundada en el siglo XIII, posee una plaza central con arcadas en cuyo centro se levanta un hermoso mercado del siglo XIX. La sede del ayuntamiento está adornada en cada uno sus extremos por bonitas estatuas con fuentes que representan las cuatro estaciones.
También merece la pena ver la iglesia de San Lorenzo, de estilo gótico meridional, rematada por un campanario octogonal de tipo tolosano. En el interior, destacan las tres magníficas vidrieras renacentistas del artista Arnaud de Moles, situadas en el ábside.