Las fuentes del Druyes, que abundan en el territorio del municipio, han dado nombre a esta preciosa localidad de Borgoña. A finales del siglo XII, los condes de Nevers mandaron construir un castillo en la colina que domina el valle. Esta fortaleza medieval, actualmente declarada Monumento Histórico, es el orgullo de este pueblo, considerado uno de los más bellos de Yonne. En la entrada de este antiguo palacio principesco, nos recibe una imponente poterna del siglo XIV, desde lo alto de la cual hay unas vistas impresionantes que abarcan Puisaye y los confines de Morvan. Los restos del castillo de Druyes se pueden explorar mediante un recorrido de descubrimiento o una visita guiada. En este viaje en el tiempo verá un bonito conjunto medieval, de plano cuadrado, formado por cortinas, torres y una galería románica con arcaturas y vanos geminados que testimonian la presencia de la antigua residencia señorial.
Al pie del castillo, callejuelas pintorescas, casas típicas, iglesia románica del siglo XII y lavadero del XIX componen el cuadro apacible de un pueblo antiguo donde da gusto perder el tiempo. No deje de acercarse a las fuentes de Druyes, que se encuentran cerca de la iglesia. Ese lugar bucólico y lleno de encanto hará las delicias de grandes y pequeños con su lago rodeado de vegetación, las zonas de hierba ideales para descansar y el parque infantil para los más pequeños. Por su parte, los amantes de las sensaciones fuertes pueden dirigirse al viaducto de la antigua vía férrea para practicar el puenting.