En el interior de Var, Draguignan destaca por su agradable atmósfera provenzal. El pasado medieval sigue estando muy presente y proporciona mucha distinción a esta antigua ciudad condal. El casco antiguo cuenta con casas antiguas con puertas esculpidas, lavaderos, capillas y la puerta de Portaiguières, resto de las fortificaciones. Pero el edificio más representativo es la torre del Reloj. Rematada por una espadaña de hierro forjado, desde arriba se pueden contemplar unas hermosas vistas de Draguignan y el valle del Nartuby.
Disfrutará paseando por las calles rodeadas de plátanos y visitando la iglesia de Nuestra Señora del Pueblo, un edificio de estilo gótico flamígero que data del siglo XVI.
Desde la mesa de orientación de Malmont, situada en la parte más alta de Draguignan, podrá contemplar unas vistas incomparables de los macizos de Maures y Esterel. Un sendero botánico atraviesa la espléndida vegetación mediterránea.
Draguignan posee varios museos, como el museo de Artillería y el museo de Artes y Tradiciones Populares de la Provenza Media. En este museo se muestran las actividades tradicionales que existían antiguamente en esta parte del sur de Francia.
Por último, dese un paseo por la prehistoria con la fascinante Pierre de la Fée (Piedra del Hada), uno de los dólmenes más imponentes de Provenza.