Con una posición defensiva pasada en el siglo XI, el pueblo de Conchez-de-Béarn tuvo sus días más ricos en el siglo XVII cuando varias familias nobles y burguesas se establecieron en la ciudad para tomar sus cuarteles de verano. Sobre los restos de casas antiguas, construyen las hermosas casas que vemos hoy. Los ricos comerciantes, médicos, cirujanos, notarios reales, un abad secular y dos familias nobles harán del antiguo "castet" un lugar residencial de prestigio. A partir de entonces, Conchez-de-Béarn tendrá su médico, su botica, su notario, sus panaderos, sus tiendas de abarrotes y se convertirá, con casi mil habitantes, en la capital de un cantón efímero en 1790.
La visita del pueblo es facilitado por la provisión a los visitantes de un folleto-guía que se encuentra debajo del pórtico de la iglesia. Esta guía le permite descubrir la historia del pueblo, la descripción de la iglesia y de las hermosas residencias que todavía vemos hoy.