La ciudad de Cognac es famosa por su aguardiente de vino. Debido a su situación, a ambas orillas del río Charente, disfruta de un marco agradable. Además de su célebre especialidad, Cognac ha conservado muchas casas antiguas, palacios y monumentos, como el castillo de los Valois, la puerta de Saint-Jacques flanqueada por dos torres matacanes, o la iglesia de Saint-Léger, construida en el siglo XII, que dan testimonio de su rico pasado.
El castillo de Cognac, en el que nació en 1494 Francisco I, alberga la Casa Otard desde 1795. La visita de este lugar permite conocer la vivienda del gobernador, las salas renacentistas, la sala del Casque y las bodegas de coñac.
El museo de Cognac, ubicado en el palacio Dupuy d'Angeac, está dedicado a las artes y tradiciones populares del país de Cognac, pero también expone colecciones de cerámica, arqueología, artes decorativas y bellas artes (pintura y escultura).
El Museo de las Artes del Coñac, instalado en el palacio Perrin de Boussac, recrea la historia y la elaboración del coñac por medio de una exposición de objetos y documentos.
Varias grandes casas de coñac se encuentran abiertas al público, ofreciendo una visita a las bodegas y una degustación.
