Brûlon, por sus alturas (se eleva a más de 100 m sobre el nivel del mar), siempre ha sido un sitio buscado desde la antigüedad.
Brûlon es la cuna de la comunicación moderna. De hecho, en 1763, Claude Chappe, el inventor del telégrafo aéreo nació en la comuna. El 2 de marzo de 1791, con la ayuda de sus hermanos, llevó a cabo las primeras pruebas de transmisión entre Brûlon y Parcé-sur-Sarthe. Después de este primer éxito, se instalarán más de 5000 km de líneas de telégrafo en el territorio francés en el siglo XIX.