Incluido entre los pueblos más bellos de Francia, Apremont-sur-Allier cuenta con bonitas casas de color ocre rosado adornadas con flores. Este pintoresco pueblo a orillas del Allier está dominado por un castillo erigido en el siglo XV. Aunque no se puede visitar el interior, es posible contemplar los restos de esta formidable fortaleza desde fuera. Las torres y la residencia señorial del monumento, con su hermosa fachada de piedra, dominan las aguas claras del río.
Apremont-sur-Allier también posee un sitio natural apreciado por su tranquilidad: ¡el parque floral! Este maravilloso espacio, inspirado en las decoraciones inglesas, ocupa 5 hectáreas distribuidas entre pequeñas cascadas, parterres con flores y paseos con árboles. Durante su visita, no puede perderse el magnífico puente chino con su tejado de escamas, cuyos tonos de un rojo vivo se integran a la perfección con la vegetación exuberante. A pocos pasos, el museo de las calesas, instalado en las antiguas caballerizas del siglo XIX, le invita a descubrir este medio de transporte secular hasta el más mínimo detalle.
Y si le apetece, puede dar un paseo por las orillas del Allier, en los alrededores del pueblo, ¡incluso en piragua!